Los avances tecnológicos, en pro de un desarrollo económico sostenible, han ido reemplazando las funciones operativas que tradicionalmente eran realizadas por humanos. En ContArte te mostramos lo que esto acarreará para el futuro del entorno laboral y aquello que necesitarás para hacerle frente.
Por: Juan David Hernández, asistente de investigación contable del INCP.
Actualmente existen una serie de tendencias orientadas al cambio que prometen determinar el entorno laboral del mañana, dentro de las cuales los desarrollos tecnológicos ya están generando el mayor impacto.
El reciente informe del Foro Económico Mundial (FEM) denominado «El futuro de los trabajos 2018» muestra que el desarrollo tecnológico, como impulsor de cambio, está representado en cuatro grandes avances: internet móvil de alta velocidad, inteligencia artificial (IA), adopción generalizada del big data y tecnología de la nube. Estos desarrollos son condicionados transversalmente por tendencias socioeconómicas fundamentales en el mundo de los negocios, tales como el continuo avance hacia una economía global más verde gracias al uso de nuevas tecnologías.
Según el estudio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) «Perspectivas Sociales y del empleo en el mundo 2018», entre 2000 y 2012 se presentó un incremento del 33 % en la emisión de gases de efecto invernadero, y la extracción de recursos naturales creció un 62 %. Tales datos reflejan que el modelo productivo actual es insostenible en el mediano y largo plazo, y que la necesidad de usar energías limpias e implementar nuevas tecnologías que optimicen los recursos es evidente y apremiante. En el mismo estudio también se reveló que con la implementación de tecnología para el ahorro y producción de energías limpias se perderán cerca de 6 millones de puestos de trabajo, que luego se verán gradualmente compensados con la creación de alrededor de otros 24 millones, pero para los cuales será necesario que los profesionales se capaciten.
A nivel internacional, se han planteado objetivos y se han generado acuerdos para controlar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente. Debido a que las actividades industriales son las que generan los mayores impactos, es en ese sector donde la tecnología se ha implementado con mayor fuerza, reemplazando muchas tareas operativas que eran realizadas por humanos.
Según datos del FEM, la división actual del trabajo (hombre-máquina), medida en horas laboradas, corresponde al 71 % del trabajo realizado por humanos y el 29 % realizado por maquinas y/o IA. La tendencia proyectada refleja que para 2022 estos porcentajes serán 58 % contra 42 %, respectivamente, mientras que para 2025 la automatización ya superará la fuerza laboral humana en un 4 %.
Porcentaje (%) de trabajo en horas laboradas
El contador en este entorno de cambio
La variedad y velocidad de los desarrollos tecnológicos generan que como profesionales en actividades susceptibles de ser automatizadas, tengamos cierto nivel de aversión al cambio. Si, además, tenemos en cuenta que la sustitución laboral se ve impulsada por la creciente preocupación sobre el cuidado del medio ambiente, cuestionarse sobre qué nos depara el futuro a nivel laboral es más que necesario.
La automatización afecta no solo a áreas operativas industriales, sino también a los demás sectores. Los desarrollos en tecnología digital han generado que las funciones de profesionales en áreas como la contabilidad se realicen de manera más eficiente, reduciendo costos y brindando la posibilidad a empresas pequeñas de cerrar brechas respecto a las grandes, en cuanto a las ventajas competitivas y acceso a la información. El uso de diferentes, y cada vez más automatizados clases de software contables, los servicios de almacenamiento de información en la nube y el big data han revolucionado la forma tradicional de hacer contabilidad, además de otros proyectos como la sustitución de la facturación física por la electrónica, que viene trabajándose desde la DIAN, evidencian cómo el objetivo de llegar a una economía verde también impacta al ejercicio profesional contable.
¿Cómo hacer frente al nuevo entorno laboral?
En principio, es necesario considerar el cambio tecnológico como una oportunidad y no como una amenaza. Por tal motivo, como profesionales debemos pensar en cómo afrontar y aprovechar estos cambios en lugar de evitarlos.
La ventaja principal del cambio tecnológico es la posibilidad del aprendizaje y la formación de por vida. Dado que los conocimientos existentes se volverán gradualmente obsoletos y nuevos conocimientos surgirán, es deber de cada profesional realizar un compromiso propio con la formación continua, solo de esta manera se podrá hacer frente a la nueva era digital. Esta actualización de conocimiento debe realizarse rápidamente, ya que los desarrollos e innovaciones también lo son, y la vigencia del conocimiento se reducirá drásticamente. El estudio del FEM indicó que para 2022 los profesionales necesitarán aproximadamente 101 días más de aprendizaje.
La resolución de problemas se convertirá en una habilidad fundamental para la nueva era laboral, pues dada la eficiencia de la IA en tareas rutinarias y operativas, particularmente de manejo, almacenamiento y análisis de información, el papel de la fuerza laboral humana se centrará en cómo “adiestrar” estas tecnologías para la resolución de problemas y en cómo aprovechar su eficiencia identificando las tareas que las IA puedan realizar, dejando el tiempo y la responsabilidad de la creación y la innovación al personal humano.
Otros actores
El éxito profesional en este nuevo entorno no dependerá únicamente del profesional sino también de la dirección de las organizaciones, la cual tendrá la función de reestructurar los puestos de trabajo buscando aprovechar al máximo las habilidades tanto del personal humano como del personal automatizado. Se necesita que se genere un rediseño de las funciones en donde se promueva la formación de los trabajadores, de modo que estos puedan desarrollar, a futuro, una labor con mayor valor agregado.
Por otra parte, desde las instituciones públicas se deben generar políticas que apoyen la educación continuada de los profesionales y su financiamiento. Además, se deben realizar esfuerzos continuos por la actualización de marcos regulatorios y evaluar la reducción de costos de transición al nuevo entorno laboral.
Solo mediante un trabajo conjunto entre el profesional, la dirección de las organizaciones y las instituciones gubernamentales, se puede obtener el máximo provecho y explotar el potencial de los avances tecnológicos, sin dejar de lado las capacidades innatas de la fuerza laboral humana y lo que esta ofrece para el desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en el desarrollo sostenible y en el uso de energías limpias.