Los instrumentos financieros están presentes en todo tipo de entidades, no solo en las de carácter financiero, por lo tanto, es necesario que los profesionales contables conozcan aquello que resulta más importante o de mayor interés para las empresas no financieras.

Por Juan David Hernández, asistente de investigación técnica del INCP

La Norma Internacional de Información Financiera 9 – Instrumentos financieros reemplazó desde su emisión en 2014 a la Norma Internacional de Contabilidad – NIC 39, integrando en un solo estándar los módulos de clasificación, valoración, deterioro y contabilidad de coberturas.

Diferencias principales con NIC 39

La NIIF 9 incluye todos los instrumentos financieros que se encontraban dentro del alcance de la NIC 39, también la posibilidad de designar como “a valor razonable con cambios en pérdidas y ganancias” algunos contratos de compra o venta de partidas no financieras para “Uso propio”.

De igual manera, incluye algunos contratos de garantía financiera, compromisos de préstamo y activos contractuales de la NIIF 15.

Clasificación y valoración de los activos financieros

El enfoque de clasificación y valoración de los activos financieros de la NIIF 9 se basa en dos factores:

  • Las características de los flujos de efectivo contractuales de los activos
  • El modelo de negocio de la entidad

Respecto a la clasificación de los activos financieros, la norma requiere que dicha clasificación se realice en el momento de su registro inicial, para lo cual se deben ubicar en alguna de las siguientes categorías:

  • Costo amortizado
  • Valor razonable con cambios en el Otro Resultado Integral – ORI (patrimonio)
  • Valor razonable con cambios en pérdidas y ganancias

Para llevar a cabo esta clasificación debe hacerse el siguiente análisis:

Clasificación de activos financieros bajo NIIF 9

Elaboración propia

Adicionalmente, existen dos opciones de designación irrevocable en el reconocimiento inicial:

  1. Un instrumento de patrimonio, siempre que este no se mantenga para fines de negociación puede ser designado para valorar a valor razonable con cambios en ORI. Posteriormente a la venta.
  2. Para tal instrumento no está permitida su reclasificación en el resultado de los importes reconocidos en el patrimonio, solo podrán llevarse al resultado aquellos correspondientes a los dividendos.   
  3. Un activo financiero también puede ser designado para ser valorado a Valor Razonable con cambios en pérdidas y ganancias cuando al hacerlo se reduzca o elimine una asimetría contable.

Evaluación de los flujos de efectivo contractuales

Se realiza normalmente mediante la evaluación denominada “Test de SPPI”, la cual analiza la medida en que los flujos de efectivo contractuales son solamente pagos de principal e intereses.

Esta evaluación se torna más compleja a medida que el instrumento en cuestión es más sofisticado. La norma presenta como los componentes más significativos de los intereses la contraprestación por el riesgo de crédito y por el valor temporal del dinero. Es admitida también como contraprestación de los intereses aquella referente a otros riesgos del prestamista, como el riesgo de liquidez, y algunos costos, como los administrativos.

En la medida en que el interés pactado corresponda a la remuneración por los conceptos anteriormente mencionados y los pagos se efectúen solo por concepto de principal e intereses, entonces el activo financiero pasaría el test de SPPI.

Si el activo financiero no supera dicho test, conforme a las reglas de clasificación, será valorado a su valor razonable con cambios en pérdidas y ganancias.

Evaluación del modelo de negocio

Cuando se habla de modelo de negocio se hace referencia a la manera en que se gestionan grupos de activos financieros para conseguir un objetivo de negocio específico, no se trata de una elección contable o de una intención de la dirección sobre un activo en concreto, sino que es un hecho que debe ser observable a través de las actividades realizadas por la entidad.

Por tanto, es necesaria la aplicación del juicio para la determinación del modelo de negocio, basándose en toda la evidencia disponible y en las políticas que la entidad fije para tal fin. Estas políticas deben dar claridad sobre aspectos como la manera en que se evalúa el rendimiento del modelo de negocio, sobre qué variables se hace tal evaluación, qué riegos afectan al modelo y cómo se gestionan, etc.

Deterioro

El nuevo modelo de deterioro basado en la pérdida esperada se aplica a todos los elementos de los estados financieros que se listan a continuación:

La principal diferencia del modelo de pérdidas esperadas, respecto al anterior, es que este mantiene una visión del futuro como su nombre lo indica, y no solo del presente y el pasado, como el modelo de pérdida incurrida.

De esta manera, el modelo de pérdida esperada reconoce los deterioros en modo anticipado, ya que no es necesario que ocurra un “evento de deterioro”, pues conceptualmente todos los activos tendrán una pérdida por deterioro desde el día 1, posterior a su reconocimiento inicial. Tal deterioro se reconoce mediante una provisión que reduce el valor en libros de los activos.

Modelo de pérdida esperada

Elaboración propia

Existe también la opción de aplicar un método simplificado para ciertos activos, como las cuentas por cobrar comerciales, de arrendamientos o activos contractuales. En tal modelo, el deterioro se registra siempre en referencia a las pérdidas esperadas durante toda la vida del activo.

Cabe mencionar que, aunque la NIIF 9 tiene un impacto más generalizado y significativo sobre las entidades bancarias, cooperativas, aseguradoras y demás entidades financieras, las empresas no financieras manejan transacciones que no están exentas del alcance de esta norma. Si bien tales empresas no manejan instrumentos financieros complejos, tiene activos financieros que pueden llegar a cambiar sus políticas contables de deterioro, por lo que deberán anticipar el reconocimiento de dicho deterioro.