¿Qué es la contabilidad ambiental?
Con el desarrollo de las capacidades productivas de las empresas se han generado impactos al medio ambiente que no pueden ser cuantificados. La contabilidad ambiental surge como una alternativa a la medición de estos impactos. Descubre qué es y cómo funciona esta aplicación de la profesión contable.
Por: Juan David Hernandez, asistente de investigación técnica del INCP
La relación entre lo social y lo ambiental se ha desarrollado desde hace bastante tiempo, se remonta hasta el inicio de la concepción actual de empresa, potenciada por la revolución industrial, que incrementó exponencialmente los ritmos y el volumen de la producción humana, causando que la influencia del hombre sobre los procesos naturales sea cada vez mayor. Tal influencia se convirtió rápidamente en una problemática para un amplio sector de la sociedad.
Este hecho causó que se buscaran formas de cuantificar y establecer un control sobre esta influencia o daño del ser humano al medio ambiente. Es justo de esta búsqueda que la contabilidad, como herramienta para medir los fenómenos económicos y la utilidad para la toma de decisiones de los diferentes individuos, cobró importancia al establecer el grado de impacto que representan la aplicación de políticas sobre el medio ambiente, así como los instrumentos para su regulación y control. A esta aplicación de la contabilidad, se le llama “Contabilidad ambiental”. La Contabilidad Ambiental es aquella parte del sistema contable que tiene el propósito de proveer información sobre el impacto financiero de aspectos medioambientales a través de las cuentas anuales auditadas, también incluye información específica en aspectos financieros de la actuación medioambiental de la empresa, relacionada con activos, pasivos, capital, gastos, ingresos e inversiones medioambientales
¿Cómo funciona?
La contabilidad ambiental, mide los impactos de las actividades empresariales en el medio ambiente, tanto en términos monetarios como no monetarios. Es decir, mide el uso de los recursos naturales, su impacto y costo. La parte no monetaria de esta medición se refleja en la denominada “cuenta ecológica”, en la cual se miden los impactos con factores como, por ejemplo: kilos de desechos, kilowatts de energía consumida, etc. Por otra parte, se tienen los impactos medidos en términos monetarios, que se reconocen en la “cuenta convencional adaptada”.
La contabilidad ambiental, llevada a la práctica, a fin de realizar la medición de los impactos medioambientales de una entidad, llevan al contador a la realización de, entre otras, las siguientes actividades:
Regulación
La contabilidad ambiental, al ser parte del contexto de las discusiones de las problemáticas medioambientales, no cuenta con estándares generalmente aceptados o con una normatividad especifica. No se cuenta con un modelo contable específico que permita a las entidades incluir partidas ambientales en sus estados financieros.
La falta de tales estándares de general aceptación limita la capacidad de contar con información ambiental comparable, causando que se cuestione la fiabilidad y relevancia de tal información, pues a pesar de que recientemente su cantidad y la calidad han aumentado, no se puede aprovechar al máximo el esfuerzo que realizan las empresas en materia medio ambiental.
Pese a no contar con estándares oficiales en la materia algunos organismos como el Grupo de Trabajo Intergubernamental de Expertos en Normas Internacionales de Contabilidad y Presentación de Informes (ISAR), ha desarrollado literatura referente al tema, así como algunas guías para el reconocimiento, medición, registro y divulgación de las variables medioambientales. ISAR no sólo realiza recomendaciones sobre la divulgación de información medioambiental en los informes financieros; sino que además realiza estudios de la práctica contable en diferentes países, con el fin de reelaborar sus recomendaciones relativas a la responsabilidad social de la empresa, para asesorar tanto a las empresas, como a los gobiernos y a los organismos profesionales.
Otras organizaciones, como el Consejo de Normas de Divulgación Climática, (CDSB, por sus siglas en ingles), se encuentra desarrollando el marco para la presentación de información ambiental y el capital natural, el cual permite una alineación entre este marco de referencia con la información financiera expresada en las cuentas anuales de las empresas.
Beneficios
Una entidad que establezca un sistema de gestión ambiental, en el cual es consciente de los impactos que genera al medio ambiente, gracias a la información que la función de la contabilidad ambiental le suministra, puede percibir beneficios en el mediano y largo plazo. Por una parte, ser una empresa sustentable y que protege al medio ambiente de los impactos del desarrollo de su actividad, le puede encaminar a tener una mejor reputación por la calidad y eficiencia de sus procesos, lo cual puede ser utilizado como estrategia de mercadeo y muestra de valor agregado.
Si las inversiones realizadas para el cuidado del ambiente son innovaciones tecnológicas, estas podrán orientarse para otras actividades que orienten la compañía al desarrollo de tecnología e innovación y la mejora continua de sus procesos.
Un incentivo subyacente es evitar los diferentes tipos de sanciones a las que puede hacerse acreedora si ignora el daño ecológico que el desarrollo de sus procesos productivos genera.
Finalmente, gracias a la información que brinda la contabilidad ambiental a los usuarios de la información, se pueden percibir beneficios económicos por la reducción de costos, producto de la optimización de procesos; en algunos casos derecho a exenciones fiscales y un aumento de las oportunidades de negocio de la entidad.