¿Sabías que en los años 70 ya se venía hablando de auditoría continua? Aprende qué es, para qué sirve y por qué es de suma importancia para el buen desarrollo del ejercicio del auditor.

Por Clenia Causil Vidal, asistente de investigación INCP

En 1975 la reconocida revista CPA Journal publicó un artículo escrito por William Sprague «Interim financial reporting and continuous auditing» el cual sería uno de los primeros en hablar, de forma explícita y con nombre propio, sobre un nuevo concepto de auditoría: la auditoría continua.

Según la Guía de Auditoría de Tecnología Global (GTAG) 3 Auditoría Continua: implicaciones para el aseguramiento, la supervisión y la evaluación de riesgos, del Instituto de Auditores Internos (IIA, por sus siglas en inglés), la auditoría interna tradicional -en donde las pruebas de los controles se realizan de forma prospectiva y cíclica- limita el alcance de evaluación de los auditores, entre otras cosas, porque las evaluaciones de cumplimiento y el análisis de riesgos se realizan de forma periódica, dando lugar a acciones de control tardías. “La auditoría continua cambia el paradigma de la auditoría: se dejan de lado las revisiones periódicas de una muestra de transacciones para dar lugar a pruebas de auditoría permanentes de la totalidad de las transacciones».

La Auditoría Continua es un proceso a través del cual, los auditores desarrollan su ciclo de auditoría, de forma más oportuna y de manera constante, con el apoyo de las tecnologías de la información y comunicaciones, utilizando técnicas de auditoría concurrentes para evaluar y monitorear de forma permanentemente la ocurrencia de riesgos y el incumplimiento de controles [] (Valencia, 2015, p.108).

Importancia

Según el Instituto de Auditores Internos de España, los siguientes son algunos de los beneficios asociados a la auditoría continua:

  • Permite identificar y notificar tempranamente las debilidades para monitorearlas y corregirlas inmediatamente, priorizándolas y focalizándolas en nuevos indicadores.
  • Incrementa el alcance de la auditoría, con un análisis más exhaustivo de los datos y el acceso a toda la población, mitigando riesgos.
  • Reduce errores financieros y la probabilidad de fraude.
  • Logra un enfoque sostenible y un costo eficiente para las actividades de cumplimiento y evaluación del entorno de control.

Los sistemas de información han permitido que la mayoría de negocios automaticen sus procesos; por lo tanto, el manejo de grandes volúmenes de datos representa un reto para las organizaciones modernas. Una auditoría continua es importante y agrega valor en el contexto organizacional actual en cuanto se tiene un monitoreo continuo y automatizado (aseguramiento continuo de la información); el monitoreo de los controles y las pruebas de los datos de las transacciones puede realizarse de forma simultánea; el total de la población puede ser objeto de monitoreo y pruebas; y las evaluaciones continuas, eficientes e inteligentes permiten detectar oportunamente debilidades, haciendo posible el seguimiento y/o corrección inmediata. Recordemos que para logar todo esto la auditoría continua debe apoyarse en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC.

Según la consultora Garther, actualmente nos encontramos frente a 10 tendencias tecnológicas: la inteligencia artificial, las aplicaciones y análisis inteligentes, el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la representación digital (digital twins), la topología informática (edge computing), las plataformas de conversación, la experiencia inmersiva (realidad virtual –realidad aumentada), el blockchain, la programación dirigida por eventos (event driven) y la ciberseguridad. Cada una de estas tecnologías emergentes, y las que se derivan de ellas, brinda algún tipo de utilidad y/o aplicación a la auditoría. Por ejemplo, con el análisis inteligente, el big data y la inteligencia artificial se pueden manipular grandes volúmenes de datos y, a su vez, transformarlos en información.

Según información publicada en foromarketing, Las big four (Deloitte, PwC, KPMG y EY) han incorporado este tipo de tecnología a sus procesos. Deloitte ahora cuenta con una plataforma tecnológica que le permite capturar la totalidad de las transacciones y saldos; PwC invirtió en el desarrollo de una herramienta basada en big data que permite identificar y elaborar patrones de comportamientos a través de todos los datos recogidos; KPMG -en alianza con IBM y Microsoft- desarrolló el programa ‘Watson’ que permite procesar de forma masiva diferentes fuentes de datos y tenerlos disponibles en la web; EY construyó un centro de excelencia de inteligencia artificial y analítica de datos en Madrid, un laboratorio donde se diseñan nuevos métodos para administrar y monetizar los datos.

Los avances tecnológicos son y serán la principal herramienta para la ejecución de auditorías continuas, sin llegar a pensar que estos en algún momento puedan reemplazar la esencia del auditor: la estrategia de auditoría, los juicios de valor, la toma de decisiones, el escepticismo profesional, entre otros. Según Deloitte, estos avances ayudaran a las tareas operativas dando paso a una realidad en donde “los auditores del futuro pasarán más tiempo trabajando en cuatro áreas clave: rutinas de excepción, supervisión y control, procesamiento no estructurado y análisis de causa raíz”.

En Colombia, los docentes Javier Valencia Duque y Jhony Tamayo Arias, propusieron el primer modelo de sistema de auditoría continua para el control fiscal del país – aplicado en la Contraloría General de Manizales- pues, para ellos, si las auditorías en el sector público se hicieran en tiempo real o más permanente, habría mayores probabilidades de detectar el fraude a tiempo.

Dentro de los resultados obtenidos con la aplicación del modelo, se encontró que, a pesar de que los auditores cuentan en promedio con 9,7 años de experiencia en auditoría –en un rango que va de los 24 años a los 7 meses– y un promedio de 6,7 años específicamente en auditoría gubernamental, hasta el momento, el 63,1 % no ha utilizado técnicas o herramientas de auditoría asistidas por computador para desarrollar su labor y el 92,3 % utiliza Excel como herramienta para el análisis de datos, por lo general, sin explotar del todo su capacidad en este campo”.

Los contadores están llamados a actualizarse constantemente y aprender más sobre procesos como este que alivian las cargas operativas y los centran en el análisis riguroso de la información; lo que, al final, realmente los convierte en verdaderos asesores de confianza para la administración.