A la par del desempeño de los nuevos roles administrativos asumidos por los contadores públicos dentro de las organizaciones, se requiere que sean guías con fuertes competencias en la gestión de personal y de equipos de trabajo, con un alto nivel de liderazgo.

Por Johana Cano Hoyos, asistente de investigación contable del INCP

El contador público, más allá del cumplimiento de las funciones propias del ejercicio contable, ha asumido cada vez más un papel decisivo en diferentes áreas relacionadas con la administración y el manejo de los recursos humanos en las empresas. Esta situación se evidencia aún más cuando el tipo de organizaciones en Colombia en su mayoría están compuestas por pequeñas y medianas empresas (pymes) que, según datos de Confecámaras 2016, corresponden al 99,5 % del total consolidado; por tanto, el contador pasa a ocuparse en ‘multitareas’ que no siempre están relacionadas con su especialidad.

Los contables, consientes de las nuevas exigencias y expectativas que recaen sobre su actuación, deben trabajar en el desarrollo de competencias y habilidades de liderazgo que le permitan gestionar y orientar equipos de trabajo hacia el logro de objetivos con una visión compartida. Además, sus decisiones deben generar la seguridad necesaria para que las personas a su cargo sientan la orientación necesaria y la cohesión de su equipo de trabajo. Por otro lado, la alta administración deposita confianza sobre su criterio y capacidad de decidir, y de generar un cambio que conduzca a la mejora constante.

El liderazgo es un tema que, especialmente en las ciencias administrativas, ocupa miles de publicaciones y ha sido interpretado de diferentes maneras por académicos y exponentes de todo tipo. En términos generales, la definición de liderazgo tiene que ver, según la Real Academia Española (de la lengua) con la “condición de líder” o el “ejercicio de las actividades de un líder”, aunque en el ámbito empresarial su connotación va más allá.

Según Mireia Las Heras, profesora adjunta de la Dirección de Personas en las Organizaciones de la Universidad de Navarra – IESE Business School (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa), el liderazgo ha sido materia de estudio desde hace aproximadamente 60 años y está directamente relacionado con la gestión de personas y equipos. Allí, se describe como “la capacidad que tiene una persona de influir sobre otras para lograr unas metas y objetivos comunes que satisfacen necesidades reales”, además, “dirige a las personas de tal manera que genera cohesión en la organización”. Aclara que cuando una necesidad real es satisfecha, genera un cambio que mejora la situación actual.

 Por su parte, la cohesión se relaciona con la confianza que es generada en sus colaboradores al percibirle como un líder capaz de guiarlos en un camino correcto hacia un objetivo compartido, generando importancia para ambas partes. El liderazgo plantea diferentes cuestionamientos acerca de ¿cómo liderar equipos de trabajo?, ¿cómo motivar?, ¿cómo trabajar en equipo de tal manera que se logre ser eficaces y eficientes? Para ello, es importante conocer a las personas y las formas de crear culturas organizacionales que favorezcan la eficiencia en las organizaciones.

Para esta docente, una forma de entender las características que debería tener un líder es la basada en la teoría de rasgos. En ella se explica que ciertas particularidades referentes a la personalidad influyen en la forma como se comportan con otros; de tipo social (origen, entorno, familia), físico e intelectual; o la capacidad de conocimiento abstracto, analítico e incluso matemático: todas ellas le capacitan para dirigir a otros, destacarse y producir mejoras. Sin embargo, dicha teoría parte del supuesto de que los líderes nacen; en contraposición encontramos la teoría del comportamiento, la cual, según Fierro 1996, diría que la personalidad se aprende, se hace, se adquiere: es fruto de la experiencia. Este blog ha sido creado bajo esta premisa y quiere destacar la importancia de la preparación y el aprendizaje constante que amplía las posibilidades del contador público en su desempeño profesional, le permite ser más competitivo y ser capaz de asumir los retos que constantemente le impone el desarrollo de sus funciones en las organizaciones.

Tal como lo describe Marilyn Vergara Espinosa y Cecilia López Camargo en su documento “Habilidades gerenciales del contador público en las organizaciones modernas:

“El contador debe apartar el pensamiento de que solo puede moverse en el marco de los números. En el mundo empresarial moderno, el verdadero profesional en contaduría pública también debe contar con las habilidades gerenciales de las cuales se ha hablado anteriormente. Para ello, tendrá que estar en condiciones de planificar, dirigir, controlar, y ser capaz de tomar decisiones cuyas consecuencias, buenas o malas, dependen en gran medida de su idoneidad. Se debe hacer lo correcto (buen liderazgo) y hacer las cosas bien (buena gerencia), “para alcanzar estos dos objetivos y crear un entorno laboral que esté listo para el éxito” (Cioffi y Willig). El contador debe ser buen líder, servir de guía, de coach: un verdadero acompañante en el trabajo en equipo”.

A continuación presentamos algunas características expuestas en el blog de Jurgen Klaric que como sostiene Daniel Wang, creador de Loopring Protocol y fundador de la Loopring Foundation, debe tener todo líder de hoy y que podrían ser de adaptadas para los contadores públicos que desean adquirir habilidades de liderazgo para potenciar su desempeño profesional.

Entusiasmo sincero:

Un líder que cree sinceramente en los proyectos y su equipo, y lo demuestra constantemente, logrará transmitir entusiasmo y facilitará la identificación de problemas.

Líder íntegro

Se asegura que un líder carente de integridad, difícilmente podrá generar confianza de sus colaboradores. Además, señala que un líder íntegro: reconoce sus errores, da crédito cuando alguno de sus trabajadores tuvo una buena idea y salvaguarda la seguridad y calidad del proyecto y de su equipo”.

Habilidades de comunicación

Resalta la importancia de poder transmitir ideas y conocimiento así como el saber escuchar. “Los líderes que no desarrollan estas habilidades, a menudo son percibidos como débiles y con la boca llena de harina”.

Lealtad

Declara que la lealtad es una característica recíproca y que un líder ve en sí mismo una posición de servicio. “Los empleados que creen que el liderazgo es leal a ellos son mucho más propensos a mostrar su propia lealtad cuando es crucial”.

Determinación

Un líder debe saber tomar decisiones poniendo en contraposición los riesgos involucrados, pues de ello depende el nivel de eficacia de sus actuaciones.

Saber entrenar

“No basta con ser bueno en su trabajo, es vital saber orientar, dirigir, motivar e inspirar.”

Empoderamiento

Wang explica que: “Cuando los empleados tienen más poder, es más probable que tomen decisiones que redunden en el mejor interés de la empresa, y del cliente”.

Tiene carisma

Aquellos líderes carismáticos logran establecer una relación más cercana con los equipos e inspirar a otros para imitar su ejemplo. “Los mejores líderes son bien hablados, accesibles y amigables. Muestran un cuidado sincero y no fingido por los demás”.